12 jun 2012

Sin darse cuenta

Un silencio
la modorra en sus horas

calor rupestre de mis versos
de color noche


y había un fragmento

en mis notas
más o menos como este:

“yo no quería amarte

porque tuvieras el mar
en el nombre

ni alarmarme

por surcar o ahogarme
en cuatro letras
o cosas parecidas”

y en efecto,

no había algo importante que decir,
ergo, escribí lo siguiente:

“todo está bien, no hay más.

uno termina cediendo a la felicidad
por lo común, sin darse cuenta”.

5 comentarios:

  1. o a consciencia. Pero no se puede hacer mucho. Bello.

    Saludos, Nahuel.

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  2. Un poema que remata otro poema, un proceso revelado del cuaderno de notas hacia un final...

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  3. HOLA IBETH...
    CREO QUE EL TEXTO CONLLEVA TAL RELEXIÓN.
    MAS CLARO Y DIRECTO, IMPOSIBLE.
    MUY BONITO
    NO HAY MADRUGADA QUE NOS VENZA.
    UN GRAN JUEVES PARA TÍ.

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  4. Qué lujazo tu comentario Nahuel, sabes que lo aprecio en demasía.

    Un abrazo.


    Francisco, siempre es un placer leerte por acá.

    Un abrazo grande.


    Isidiro, y terminas oportunamente la frase de Francisco.

    Un gusto tenerte por mi blog, un abrazo, gracias por tu visita.


    Ariel, así es, que no nos juegue en contra :)
    qué gusto leerte.

    Un abrazo.

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