Qué falta de todo
qué poca cosa todo
cómo fue esa palabra
que inundó tu boca
y mis ojos
tuve la dicha con vos
te tuve en el alma dividida
y fuimos lo peor
qué falta de todo
tanta cosa haciendo solos
tanta nada en esta pieza
por qué me colmas
de silencio la vida
por qué me cortas
sé que busqué la soledad
y que después creció
como niño de ahora
y ya no quise,
sé que la memoria
tiene que ver con el amor
y este no poder salir
de la bruma me va a apagar
que no eres más que el mundo
que eres mi risa
y la llevaste
aquí y allá hay cositas
en las que estás,
tienes tanto mundo pero
ninguna música te va a hacer
volver porque tú también
enfrías, sos como un cuchillo,
sos esa consciencia terrible
de que ya no sé andar la vida sola
qué falta de todo.
13 dic 2016
25 nov 2016
Decisión
Ya no hablan de vos mis poemas
no sos vos de quien hablo
no estás en esas palabras
ni entre las flores / ni en el conteo
que yo hago de los rayos
que entran por la ventana
ni en el silencio que bebo está tu azúcar
lo cierto es que ya no sé tu dulzor
sólo sé de memoria tu alejada sombra,
acá en mis sonidos ya no estás
como la lluvia / ni en mi paraguas
como el viento / donde comenzás vos
nunca termina el tiempo
y en toda su suavidad no hay canto
ni olvido / ni vale la pena el aceite:
ese bálsamo milagroso del paso
del día por la ciudad
¿Y el fuego?
¿dónde está ese día que tantea un poco la dicha?
que la mano cree que la atrapa
y cuando aprieta para cogerla se cae /
¿dónde está tu cama y tu sangre?
¿Quién sos sin ser querido?
¿Qué te creés?
La noche fría que nace se va a estrellar
y va a estallar en tu breve cuerpo
para mal
y buscarás mi abrigo en un ejercicio
del corazón / y lo harás con gran
respeto y a la vez con rabia,
con esa violencia de los que amamos
y entonces ese no saber traerme
te hará nombrar la soledad
más oscura y cada vez más oscura
y cada vez el frío más frío
¿Eso te dará paz?
¿Eso tiene amor?
y entonces yo en mi decisión
más profunda y poética
haré con mis manos el nacimiento
del poema más noche
del poema más frío
que sí hable de vos.
15 nov 2016
Dónde
A Andrés F.
Dónde ponerte
Dónde ponerte
si ya no te quiero en mi saliva
si recordarte
me revienta en el alma,
pero no voy a dolerme
no voy a doblarme,
si se me nubló el entusiasmo
del lápiz nuevo
voy a tratar de recuperarlo
de forma furtiva
voy a desabrochar la palabra,
dónde ponerte
en este frío tan entero,
tan integral,
dónde poner mi amor
si se enfrío mi beso,
si lo terrible me ha rondado,
si mi saco aún huele a lluvia:
la que nos mojó la otra vez
mientras me cargabas en tu espalda
y reíamos con la ciudad...
dónde poner ese día y los otros
dónde ponerte.
12 oct 2016
Su propio país
Sólo falta que se vuelva más grave
este silencio en mi boca,
sólo falta la ceguera discreta
de mi cama acompañada
a veces pasa que la lluvia de mi techo
no se acuerda de la luz
y no teme aunque perfore
su desaparecida humanidad,
se rieron los insomnios un momento,
con el frío en el medio de mí
(si me refiero a mi alma es que
no había demasiado)
de modo que yo también hice algo
y me apreté a tu cuerpo
que estaba en otro sitio, que no
entendía mis costumbres mexicanas,
que entendía
sólo a su propio país,
que no sabía separar,
y quedó sólo un momento y un vallenato:
frágil, remoto, antiguo
que mis gafas no supieron distinguir,
tal vez a propósito
por estar parada en un pensamiento
que no volvió a ser.
este silencio en mi boca,
sólo falta la ceguera discreta
de mi cama acompañada
a veces pasa que la lluvia de mi techo
no se acuerda de la luz
y no teme aunque perfore
su desaparecida humanidad,
se rieron los insomnios un momento,
con el frío en el medio de mí
(si me refiero a mi alma es que
no había demasiado)
de modo que yo también hice algo
y me apreté a tu cuerpo
que estaba en otro sitio, que no
entendía mis costumbres mexicanas,
que entendía
sólo a su propio país,
que no sabía separar,
y quedó sólo un momento y un vallenato:
frágil, remoto, antiguo
que mis gafas no supieron distinguir,
tal vez a propósito
por estar parada en un pensamiento
que no volvió a ser.
17 jun 2016
De entre las hojas
De entre las hojas
recógeme la vida
como un líquido que se reincorpora,
deforme como una piedra
con un signo importante,
buscas la tibieza mía con mendicidad
y recoges con las manos
lo que cae de mi cabeza y espíritu,
alguna vez la carretera me dio paz
como tus manos en mi espalda
ahora muéstrame el algodón
de esa operación recurrente
recógeme el estrés de la columna
y suave viaja con tus uñas mi torso
para mi más alto bien.
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