3 dic 2014

Aviso

A Ernesto.

La maravilla pesa cuando 
se pone al revés,
se deja pasar y después tiene 
hambre furiosa de futuro y espesor;
no es un desastre y si lo es 
ya no importa
pues es cómplice del destino y ese
está tejido con hilos de amor,
cuando el silencio 
se entreabre en la angustia 
se mete en los sueños 
como un niño castigado que en lo
oscuro de su escondite aguanta 
la respiración,
pero a ver, al borde de lo que te rodea,
en alguna orilla de tu vida 
me tienes a mí, y yo no surjo como 
un hecho de la memoria,
no habito en tu exterioridad 
ni en tu meditación 
ni en la sombra de ternura cuando
piensas en otredad
sino como una visita que en su suavidad 
es oportuna, 
que en el espanto y la distancia
busca sanar con un llanto que 
vuelve siempre siendo paz;
hablar de angustias, de salud 
y de ausencias con este peso 
con que se escriben mis palabras 
no van a perpetuar tu calma, 
siendo así que por eso te aviso que:
en los momentos difíciles me arrimaré
a tu tristeza como un llamado leve 
al montón de frío y de palabras 
que sentiría si no lo hago así,
las huelgas de la vida dejan silencios 
pero también jardines,
y un mar que entre las flores te alcanza
para colmarte en maravillas 
y en sonidos de sueños /de infancias 
y años viejos que no acaban.

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