Habías andado
a saltos las nubes
buscando algo mal en mí
para volar
y en cambio,
mira bien…
yo doblé de una esquina las hojas
en poemas importantes
para leerte cuando la
lluvia no cesara
aprendí a fugarme
cuando las verdades parecían
siempre ser las mismas:
una boca que guarda en la lengua
el abismo
¡quién entonces pudiera
pronunciar esos poemas
menos audible que yo!
dime
para poner mis cuervos a volar
y convertirlos en gaviotas
que custodian otro mar
se me secaron las gotas de poesía
y es tonto creer que un poeta
no tenga distancia que cargue
en su cruz
se descompuso la máquina
de mi paciencia,
se me secaron los árboles
de mi ataúd,
y ahora más que nunca
no se sabe si mi corazón
fue muerto en el atentado
de un reclamo
tuyo/tanguero/de sur
si tus palabras que afinan
mi inspiración
han dejado en los huesos
a mi vida de cristal
en un pedazo de muerte
que para que lo sepas:
también es una felicidad lentísima;
como la nube pasando en el cielo.
me ha encantadi el final, bello.
ResponderEliminarSaludos, Nahuel.
Me gusta que te guste mi querido Julián :)
EliminarSaludos.
"una boca que guarda en la lengua
ResponderEliminarel abismo" y en sus aguas guturales naufraga ese libido que no te suelta a la intemperie.
El amor es la cuerda floja del circo; vida y muerte nos comparten a la operancia de titeres divertidos y levantamos la mirada y vemos esas nubes lentisimas de felicidad y todo vale la pena, todo!!
Letra por letra me ha pasmado querida amiga Ibeth!! Te dejo mi supermegaabrazototote detrás de esa nube infraganti!
Omar, gracias, es muy cierto lo que dices "todo vale la pena, todo", es genial leerte siempre por aquí.
EliminarY no puede faltar ese súpermegaabrazototote que te dejo en este espacio con la firme convicción de que será recibido y sentido!