Desde el auto todo se podía ver, parecían ser las tres de la tarde o algo así y la
rutina normal de los demás permanecía intacta.
Hubo un grito paralizante de una chica que pausó nuestras rutinas, trató de ponerse de pie y en mitad del acto cayó de nuevo, yo vi quién fue, coche negro y tres letras de la placa me grabé, sentimos el escalofrío electromagnético de la no-solidaridad, de la inconsciencia.
Hubo un grito paralizante de una chica que pausó nuestras rutinas, trató de ponerse de pie y en mitad del acto cayó de nuevo, yo vi quién fue, coche negro y tres letras de la placa me grabé, sentimos el escalofrío electromagnético de la no-solidaridad, de la inconsciencia.
Sangre
en la boca, cara policroma, hiel en la mirada, polvo en las ropas, destrucción
en el cuerpo, en los ojos; la muerte…
Este
descastado se escapó y dejó media muerta a la chica, yo tenía el aire de la
tranquilidad mientras los demás la auxiliaban, ver como cayó no fue nada bueno,
me dejó un sabor extraño en la boca y un pensamiento insistente…
Es cierto mi amiga Ibeth, existen tantos hijos de la madre tierra, que por andar hablando por el celular o viendo a las jovencitas en la calle o simplemente porque vienen pensando en las muelas del gallo, hacen este tipo de averias y escapan a pesar de ser identificados plenamente el color y placa del vehiculo, mientras nuestras queridas autoridades nunca dan con los hechores, lamentable en realidad, para mientras quien observa como evoluciona la situación queda con un sentimiento de no poder haber hecho mas aunque hay algunos que simplemente ignoran la situación, saludos estelares desde mi querida Guatemala
ResponderEliminarMás saludos para ti Star, un gusto leerte, toda la razón lamentablemente.
EliminarMe agrada la idea que alcanzas a rozar, de un instante encapsulado.
ResponderEliminarSaludos!
Gracias por pasarte Fabián.
EliminarMás saludos!
Joder (perdón por la palabra)
ResponderEliminarHay tanta gente así de asquerosa (por no volver a decir otra palabra).
Espero que la chica esté bien...
Un abrazo amiga.
Ire, gracias por tu visita y comentario. Yo también espero que esté bien.
EliminarUn abrazo.
A nadie le gusta ser espectador de este tipo de desgracias, son momentos que se quedan dentro de uno y que a mi criterio jamás se olvidan, son situaciones que se nos presentan, algunos de videntes otros de actores pero tarde que temprano hemos de vivir percances de esta indole. A mi me ha tocado ver accidentes y tambien vivirlos en carne propia aunque gracias a Dios no ha pasado nada lamentable! con decirte Ibeth que en mi ciudad hay muchisimas motocicletas pareciera que la tierra las escupe! he recorrido miles de kilometros en moto y me encanta hacerlo aunque como te dije existen riesgos.
ResponderEliminarTe dejo mi supermegaabrazototote! al derecho y al revés Ibethcita!!
Lo has dicho mi querido Omar, qué te digo, sólo queda cuidarse caballero!
EliminarUn supermegaabrazototote para ti!.