la punta sencilla de un Lucky Strike,
tu amor es la estatua penetrando
el abecé del cielo;
nuestro amor es como un son
con jarana y violín;
donde la nota más dulce es el
silencio de unos puntos suspensivos
que en su rozar con el tiempo
pone de flores el jardín,
cuando eres lo que no pido
vuelves tan poema, que lo ruinoso
de mí se justifica en la vida,
si se te mira mucho resucitas
y te he mirado tanto que en
el caos de mi palabra naces
tantas veces con tanta
normalidad de milagro
como el sabor terciopelo
que tienen los tintos
como el olor de lápices
que has sentido cuando
mi abrazo te toca,
mi amor enrojece
y en tu boca he puesto besos
con afanes de acortar distancias,
de desdibujarte,
y esas grandes profundidades
de mi esperanza.
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