desde una madrugada,
quiero ver las horas para que
la mañana no se me haga tarde,
para alcanzarte al ánimo,
para que la coincidencia de mi deseo
sea tu voz o tu barba tejida con desgano...
el arcoiris y la calma después
de horas y horas de lluvia
nos ha entorpecido felizmente
la energía se crece y me
aterroriza tu dulzura,
tus manos que veo ajenas
¿qué sería del día si fuesen
un poco mías?
me importa la tranquilidad
y la paciencia que poseo
cuando me dedico a escucharte,
los jardines, los bares y
esta sucia ciudad con
las mismas nubes,
me haces justicia aún
con todo eso, y
quiero apresurarme a la memoria,
para que mi historia no te enrede,
pero extráñame un poquito.
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