Como para provocarse la inspiración
o amarrarse el cabello
es este día tan normal
tan desnutrido, tan repetido, tan gastado.
Qué si se me cae el alma hasta los pies
o decido vivir en unas cuantas líneas
sin importarme el color de la tinta.
Como para tronarse los dedos
o estirar el cuerpo
o llorar por las manos
es este día tan común,
tan tranquilo, tan roto.
Qué si se amontonan los amores
y no quiero decidir
o si juegan mis notas a vivir
o a resucitar o a borrarse.
Como para formalismos o hastíos
está el día de ayer o de hoy
o como para gritar en silencio
todos esos ruidos del corazón
que parece que se estancan en el alma.
Qué si se me arranca la vida de un tajo
o si entre sueños me despiertan
nombrándome las almas sencillas
y me cuelan café fresco.
Como para un puro de vainilla
o de cerezas o de letras
está este día tan común
o como para tomar de tu sangre un poco.
Qué si capturo el amor
en el cuadro de los enamorados
o lo amarro y lo torturo hasta que muera
y resucite bajo mis pies.
Como para adueñarse la luna o el sol
está este día extraño
como para llenarse las manos
de tinta está este día tan común
que parece no ser tan habitual como pensaba.
18.03.11
Toda la mañana he pensado en llegar en un dìa tan normal al D.F. y pasearme y tomarme un café acompañado de una concha rellena de mermelada de fresa y crema batida...algo casual, como dice mi amiga, que de lo común, aunque no cotidiano, pase sin darme cuenta a lo no habitual.
ResponderEliminarDemasiado bueno, querida Ibeth.
Un placer.
El placer es mío Canelita, me da mucho gusto leer tus comentarios siempre.
ResponderEliminarGracias por venir.
Un abrazo.