9 jun 2023

Equilibrio

 “Ni soy un libro abierto ni quien tú te imaginas, lloro con las más cursis películas de amor, me echaron de los bares que usaba de oficina y una Venus latina me dio la extremaunción…”
                                                     Joaquín Sabina.




Espero un brote de algo
-un pedazo de tierra en la flor,
un árbol naciendo de un bandoneón,
un bosque pequeñito dentro de la luciérnaga-
cruzo un brazo sobre la cara 
en posición de pensar,
busco una pregunta 
que abarque una vida,
un ‘qué harás’
que se desprende y regresa
a su sitio quieto:
a no existir en mis preguntas,
cosas de la noche;
ruidos pequeños 
de coches en la ciudad 
un sábado tarde,
saltos cortos
de los grillos en el campo… 
atrapo un silencio
en las manos cerradas,
me salgo de mí en un momento;
me miro lejos, solemne,
adornando siempre la verdad,
viviendo siempre en la espera,
partiendo a cada rato 
del tiempo que nos une,
se ha vuelto oficio huir,
se ha vuelto vocación 
el beso al borde,
se han vuelto pasatiempo  
las palabras al arcén de mi garganta,
ahora entro a mí
sin ostracismo
miro a lo lejos y dentro:
-en ese pensamiento vertical-
amante siempre de la mala vida,
del mal vivir,
se me va agrandando el silencio 
cada vez y cada vez,
cuanto más grande más lejos,
más alto,
una espiral
-no existe techo a su altura-,
vuelvo a esperar un brote de algo,
una chispa
un destello
una explosión
una aparición tal vez,
buscando siempre 
la euforia del placer,
el amor fugaz,
un racimo de recuerdos
en la tibieza de lo impropio
hallando siempre 
el encanto de la vida
sin enamorarme de vivir;
un equilibrio,
lo onírico,
lo real,
lo nuevo y la nostalgia;
lo nuevo de la nostalgia,
la cima de toda sensación 
para caer
-siempre sin paracaídas-
donde 
todo es pasado espontáneo,
futuros infelices,
presentes que defraudan;
busco una chimenea,
encuentro un iglú,
extravié los besos 
que guardé
en el bolsillo de mis dedos, 
abandoné un verso 
de Mayo a Octubre,
fui un poco de ese otoño 
-y no la fina garúa de Junio
que te besa las dos mejillas-
en el que tal vez 
todas mis dudas 
crecieron y se desarmaron;
llegaron con picos y palas
a cavar hondo,
a hacer inmersión en la altura 
sin construir
escalón alguno 
para hacer eco 
en el vacío
esperando un brote
de algo.


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