no sos vos de quien hablo
no estás en esas palabras
ni entre las flores / ni en el conteo
que yo hago de los rayos
que entran por la ventana
ni en el silencio que bebo está tu azúcar
lo cierto es que ya no sé tu dulzor
sólo sé de memoria tu alejada sombra,
acá en mis sonidos ya no estás
como la lluvia / ni en mi paraguas
como el viento / donde comenzás vos
nunca termina el tiempo
y en toda su suavidad no hay canto
ni olvido / ni vale la pena el aceite:
ese bálsamo milagroso del paso
del día por la ciudad
¿Y el fuego?
¿dónde está ese día que tantea un poco la dicha?
que la mano cree que la atrapa
y cuando aprieta para cogerla se cae /
¿dónde está tu cama y tu sangre?
¿Quién sos sin ser querido?
¿Qué te creés?
La noche fría que nace se va a estrellar
y va a estallar en tu breve cuerpo
para mal
y buscarás mi abrigo en un ejercicio
del corazón / y lo harás con gran
respeto y a la vez con rabia,
con esa violencia de los que amamos
y entonces ese no saber traerme
te hará nombrar la soledad
más oscura y cada vez más oscura
y cada vez el frío más frío
¿Eso te dará paz?
¿Eso tiene amor?
y entonces yo en mi decisión
más profunda y poética
haré con mis manos el nacimiento
del poema más noche
del poema más frío
que sí hable de vos.