el pensamiento se aletarga
las pesadumbres no arden
en algo tan sencillo
que zigzaguea en el sonido
del tiempo,
respiramos la noche que nos pasa
por los ojos abiertos a oscuras
como cerrados despiertos
en todo caso el silencio
camina encima de uno
luego todo es solamente simple
como abrir una piedra
o tener hambre
sudar de amor o de frío
dormir como un felino
o despertar sonriendo,
amarnos más en la siesta
que en la eternidad,
el misterio que apaga el sueño
insistente debajo de la almohada
es la individualidad que
se acostumbró a no ser.